La Reserva Natural Karagabí está ubicada en la vereda Tatamá, jurisdicción del municipio de Pueblo Rico, departamento del Risaralda, república de Colombia, Sudamérica. Mas específicamente en la Vertiente Occidental de la Cordillera Occidental, a 76° 1’ Longitud Este y 5° Latitud Norte, con alturas entre 2000 y 2500 m.s.n.m.
La Reserva Natural Karagabí hace parte de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Natural Tatamá, y está circundada por tres ríos: Ciatocito, Tatamá y Rionegro, tributarios de la cuenca alta del gran río San Juan, en él Chocó Biogeográfico, del Pacífico colombiano.
Karagabí dista 10 kilómetros aproximadamente de la cabecera municipal de Pueblo Rico, a 94 kilómetros de la ciudad de Pereira, capital del departamento de Risaralda y a 453 kilómetros al occidente de Santafé de Bogotá, capital de la República de Colombia.
El nombre dado por los nativos, aun no a encontrado el exacto significado; unos estudiosos afirman que los tatamáes pertenecían al pueblo de los indios Ansermas, y en su dialecto “Tatamá” querría decir “La tierra o la piedra más alta”; mientras otros investigadores dicen, que el nombre proviene de los indígenas del Chocó de influencia Caribe, significando “Tatamá” ,“El abuelo de los ríos”. Su solo nombre es suficiente legado de aquellos nativos que durante siglos habitaron laderas y nos dejaron su historia sepultada entre el silencio de los bosques húmedos a la espera de ser rescatada del olvido y puesto en alto su nombre, su valentía y su orgullo, pues antes que aceptar el sometimiento de los invasores optaron por abandonar la tierra de sus mayores, su santuario, su cerro Tatamá.*
Con la expedición de la resolución ejecutiva Nro. 190 de octubre de 1987, que aprueba el acuerdo 045 emanado por el INDERENA, por medio del cual se alindera, declara y reserva el Parque Nacional Natural Macizo del Tatamá, con el objeto de conservar la fauna, flora, las bellezas escénicas, naturales complejos geomorfológicos, manifestaciones históricas o culturales con fines científicos, educativos, recreativo o estéticos.
El Parque Nacional está comprendido entre los municipios de la Celia, Santuario, Apia y Pueblo Rico en el departamento de Risaralda; Tadó, Condoto, y San José del Palmar en el Chocó; y el Águila en el valle del Cauca. El macizo del Tatamá alberga una biomasa sumamente importante no solo para los departamentos donde se encuentra ubicado, sino para el ámbito nacional. La flora de tipo paramuna ayuda al almacenamiento de líquido lo que convierte al parque en una reserva de agua que da origen a numerosos ríos y quebradas de donde se alimentan muchos acueductos rurales y urbanos.
El suelo, la flora y la fauna del Parque Nacional Natural Tatamá están casi intactas en la parte alta del cerro, siendo casi desconocida, sin intervención humana. Las cimas estan cubiertas por páramos y zonas pantanosas bastantes delicadas. El cerro es habitat de abundante fauna y variedad de vegetación con especies aun desconocidas.
Risaralda comparte con Chocó y el Valle del Cauca las casi 50000 Ha del Parque Nacional Natural Tatamá, ubicado en el Choco Biogeográfico, considerado una de las zonas más importantes del mundo desde el punto de vista de la biodiversidad.
Durante 1994 se realizó por parte de la Corporación Autónoma del Risaralda CARDER, un monitoreo de aves de Tatamá, registrándose 162 especies. En general casi todas fueron asignadas a la categoría “raras” y algunas a “poco común”. Durante 1995 se realizó un nuevo monitoreo de aves en la finca Providencia, zona de amortiguación de Tatamá y colindante con la Reserva Karagabí , municipio de Pueblo Rico, detectando 154 especies.
Se registraron dos de tres especies endémicas para esta zona, que son: Chlorocrhysa nitidissima y Bangsia melanochlanmys, también se registraron tres de las cuatro especies consideradas como de distribución restringida: Chlorospingus semifuscatus, Anisognatus notabilis y Entomodestes coracinus.
En general en el Parque Nacional Natural Tatamá se tiene: 150 especies de plantas, 66 especies de mamíferos, 21 especies de roedores, 52 especies de reptiles y 402 especies de aves.
El objetivo general del proyecto “Karagabí” es el de colaborar con las labores de gestión ambiental del Parque Nacional Natural Tatamá, generando iniciativas que orienten a las autoridades municipales, a las autoridades ambientales, a las comunidades y los sectores académico y productivo, hacia una promoción, buen uso y conservación del recurso hídrico de la región.
Para este fin se definieron tres objetivos específicos:
A. Tener un escenario Natural en el Chocó Biogeográfico para llevar acabo procesos pedagógicos e investigativos en el manejo y conservación de cuencas hídricas con comunidades campesinas, instituciones educativas, entidades privadas y oficiales.
B. Conservar las áreas forestales de la cuenca alta del río Tatamá y continuar con el proceso de recuperación de los bosques de la zona de amortiguación de Parque Nacional Tatamá por medio de la aplicación de tecnologías que faciliten la producción agropecuaria y el manejo del recurso hídrico.
C. Aplicar las prácticas de agricultura orgánica en los cultivos tradicionales y la producción pecuaria que las comunidades campesinas han venido acumulando a través de su saber popular , y que no generan impactos ambientales negativos en los recursos hídricos, en la fauna y la flora, siendo una alternativa económica, que brinda alimentos a la población.
La Reserva Natural Karagabí hace parte de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Natural Tatamá, y está circundada por tres ríos: Ciatocito, Tatamá y Rionegro, tributarios de la cuenca alta del gran río San Juan, en él Chocó Biogeográfico, del Pacífico colombiano.
Karagabí dista 10 kilómetros aproximadamente de la cabecera municipal de Pueblo Rico, a 94 kilómetros de la ciudad de Pereira, capital del departamento de Risaralda y a 453 kilómetros al occidente de Santafé de Bogotá, capital de la República de Colombia.
El nombre dado por los nativos, aun no a encontrado el exacto significado; unos estudiosos afirman que los tatamáes pertenecían al pueblo de los indios Ansermas, y en su dialecto “Tatamá” querría decir “La tierra o la piedra más alta”; mientras otros investigadores dicen, que el nombre proviene de los indígenas del Chocó de influencia Caribe, significando “Tatamá” ,“El abuelo de los ríos”. Su solo nombre es suficiente legado de aquellos nativos que durante siglos habitaron laderas y nos dejaron su historia sepultada entre el silencio de los bosques húmedos a la espera de ser rescatada del olvido y puesto en alto su nombre, su valentía y su orgullo, pues antes que aceptar el sometimiento de los invasores optaron por abandonar la tierra de sus mayores, su santuario, su cerro Tatamá.*
Con la expedición de la resolución ejecutiva Nro. 190 de octubre de 1987, que aprueba el acuerdo 045 emanado por el INDERENA, por medio del cual se alindera, declara y reserva el Parque Nacional Natural Macizo del Tatamá, con el objeto de conservar la fauna, flora, las bellezas escénicas, naturales complejos geomorfológicos, manifestaciones históricas o culturales con fines científicos, educativos, recreativo o estéticos.
El Parque Nacional está comprendido entre los municipios de la Celia, Santuario, Apia y Pueblo Rico en el departamento de Risaralda; Tadó, Condoto, y San José del Palmar en el Chocó; y el Águila en el valle del Cauca. El macizo del Tatamá alberga una biomasa sumamente importante no solo para los departamentos donde se encuentra ubicado, sino para el ámbito nacional. La flora de tipo paramuna ayuda al almacenamiento de líquido lo que convierte al parque en una reserva de agua que da origen a numerosos ríos y quebradas de donde se alimentan muchos acueductos rurales y urbanos.
El suelo, la flora y la fauna del Parque Nacional Natural Tatamá están casi intactas en la parte alta del cerro, siendo casi desconocida, sin intervención humana. Las cimas estan cubiertas por páramos y zonas pantanosas bastantes delicadas. El cerro es habitat de abundante fauna y variedad de vegetación con especies aun desconocidas.
Risaralda comparte con Chocó y el Valle del Cauca las casi 50000 Ha del Parque Nacional Natural Tatamá, ubicado en el Choco Biogeográfico, considerado una de las zonas más importantes del mundo desde el punto de vista de la biodiversidad.
Durante 1994 se realizó por parte de la Corporación Autónoma del Risaralda CARDER, un monitoreo de aves de Tatamá, registrándose 162 especies. En general casi todas fueron asignadas a la categoría “raras” y algunas a “poco común”. Durante 1995 se realizó un nuevo monitoreo de aves en la finca Providencia, zona de amortiguación de Tatamá y colindante con la Reserva Karagabí , municipio de Pueblo Rico, detectando 154 especies.
Se registraron dos de tres especies endémicas para esta zona, que son: Chlorocrhysa nitidissima y Bangsia melanochlanmys, también se registraron tres de las cuatro especies consideradas como de distribución restringida: Chlorospingus semifuscatus, Anisognatus notabilis y Entomodestes coracinus.
En general en el Parque Nacional Natural Tatamá se tiene: 150 especies de plantas, 66 especies de mamíferos, 21 especies de roedores, 52 especies de reptiles y 402 especies de aves.
El objetivo general del proyecto “Karagabí” es el de colaborar con las labores de gestión ambiental del Parque Nacional Natural Tatamá, generando iniciativas que orienten a las autoridades municipales, a las autoridades ambientales, a las comunidades y los sectores académico y productivo, hacia una promoción, buen uso y conservación del recurso hídrico de la región.
Para este fin se definieron tres objetivos específicos:
A. Tener un escenario Natural en el Chocó Biogeográfico para llevar acabo procesos pedagógicos e investigativos en el manejo y conservación de cuencas hídricas con comunidades campesinas, instituciones educativas, entidades privadas y oficiales.
B. Conservar las áreas forestales de la cuenca alta del río Tatamá y continuar con el proceso de recuperación de los bosques de la zona de amortiguación de Parque Nacional Tatamá por medio de la aplicación de tecnologías que faciliten la producción agropecuaria y el manejo del recurso hídrico.
C. Aplicar las prácticas de agricultura orgánica en los cultivos tradicionales y la producción pecuaria que las comunidades campesinas han venido acumulando a través de su saber popular , y que no generan impactos ambientales negativos en los recursos hídricos, en la fauna y la flora, siendo una alternativa económica, que brinda alimentos a la población.
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